lunes, 12 de noviembre de 2007

Activistas de Greenpeace descuelgan una pancarta de 400 metros en la ciudad de las Artes y las Ciencias donde comienza hoy la reunión del IPCC




Los ecologistas piden que se escuche a los científicos del clima.

Quince activistas de Greenpeace han desplegado una pancarta de 400 metros cuadrados con el mensaje “Peligro: salvemos el clima ya” en l'Umbracle de la Ciudad de las Artes y las Ciencias (Valencia), en el mismo lugar donde comienza hoy la 27ª reunión plenaria del Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC).

Durante esta semana, el IPCC finalizará su documento más importante de este año, el Informe de Síntesis, que incluye el conocimiento científico actual sobre cambio climático. Con él concluye su Cuarto Informe de Evaluación que servirá de guía para las decisiones políticas inmediatas previstas.

"Este informe es el documento de referencia esencial sobre cambio climático para los responsables políticos," ha afirmado Stephanie Tunmore, responsable de la campaña de cambio climático de Greenpeace Internacional.

"El Informe de Síntesis resume el problema, las causas y las soluciones, y es la demostración aplastante para los gobiernos, empresas y personas sobre la necesidad de actuar urgentemente frente al cambio climático".

El próximo mes de diciembre se celebrará en Bali (Indonesia) la 13ª Conferencia de las Partes del Convenio Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático y la tercera Reunión de las Partes del Protocolo de Kioto, en la que se negociará el futuro de este Protocolo.

Estas importantísimas negociaciones fueron aplazadas a la espera de que el Informe de Síntesis del IPCC estuviera terminado.

"Dentro de tres semanas, los representantes de los gobiernos de todo el mundo se reunirán en Bali para decidir cuál es el camino que debemos seguir para proteger el clima. La recomendación científica de urgencia debe ser la prioridad en sus planteamientos y debe dirigir sus decisiones", ha añadido Stephanie Tunmore.

El IPCC, galardonado recientemente con el Nobel de la Paz que recogerá el próximo día 10 de diciembre en Oslo, concluye en los diferentes documentos presentados a lo largo de este año:

La mayor parte del calentamiento observado en los últimos 50 años está causado por las actividades humanas (con más de un 90% de certeza). El intervalo del incremento proyectado de la temperatura (comparado con la era preindustrial) es de 1,1 a 6,4 grados centígrados para finales de siglo.

En las próximas décadas el número de personas en riesgo de padecer la escasez de agua es probable que aumente de decenas de millones a miles de millones. Se prevé que las reducciones en la capacidad de la producción de alimentos en las regiones más pobres ocasionen más hambre y miseria e impidan lograr los Objetivos de Desarrollo del Milenio.

La pérdida de glaciares en Asia, América del Sur y Europa causarán enormes problemas de abastecimiento de agua para una gran parte de la población mundial. La subida del nivel del mar, las tormentas y huracanes, el aumento de las inundaciones y crecidas amenazan a cantidades inmensas de personas en los Grandes deltas asiáticos como el Ganges-Brahmaputra (Bangladesh) y el Zhu Jiang (Río Pearl, China).

Para limitar el incremento del aumento global de la temperatura de 2 a 2,4 grados centígrados por encima de los niveles preindustriales haría falta que las emisiones de dióxido de carbono (CO2) alcancen su máximo antes de 2015 y disminuyan de un 50% a un 85% respecto al año 2000 para 2050.

Retrasar las actuaciones para la reducción de las emisiones que a menudo hacen los gobiernos con sus decisiones favorables a la inversión en energías sucias, conducen a alternativas de mayores emisiones que son más difíciles y costosas de cambiar.

Las energías renovables tienen un efecto positivo en la seguridad de suministro, el empleo y la calidad del aire. Las energías renovables podrían conseguir que el 30-35% del suministro global de la electricidad en 2030 proceda de estas fuentes.

"La ciencia es clara: tenemos un plazo muy corto para evitar un cambio climático peligroso y ahora el mundo debe actuar," ha asegurado Tunmore.

Greenpeace cree que es posible evitar los peores impactos del cambio climático, como los fenómenos meteorológicos extremos, la escasez de agua y el aumento del hambre en el mundo que pondrán a millones de personas en riesgo.

Los países industrializados deben reducir las emisiones de gases de efecto invernadero tal y como las evidencias científicas requieren.

Para prevenir los peores impactos del cambio climático necesitamos mantener el incremento de la temperatura media mundial por debajo de dos grados centígrados.

Las naciones ricas deben comprometerse a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero por lo menos un 30% para 2020 y por lo menos un 80% para 2050.

Esto es posible si los países industrializados ponen en marcha una "Revolución energética" y ayudan a los países en desarrollo a que hagan lo mismo, y proporcionan los incentivos necesarios para comprometerse a detener la deforestación.

Los gobiernos deben acordar un Mandato de Bali que contemple estos objetivos, con 2009 como fecha tope para este plan de acción.

El Gobierno español es el anfitrión de está reunión del IPCC, y el Presidente del Gobierno anunció su voluntad de ser líder mundial en la lucha contra el cambio climático.

España puede ser el impulsor mundial de las energías renovables haciendo realidad esta voluntad, ya que en las próximas décadas la Península podría obtener toda la energía eléctrica que demandará, incluso la energía total, de las energías limpias como ha demostrado Greenpeace.

“El Gobierno de España debe promover los más altos compromisos de reducción de emisiones, para evitar los peores impactos del cambio climático, y desarrollar un sistema 100% renovable como aportación al desarrollo mundial de estas energías, tal y como aconseja el IPCC”, ha declarado Raquel Montón, responsable de la campaña de cambio climático de Greenpeace España.

No hay comentarios: