martes, 13 de noviembre de 2007

La ONU ve como «irresponsabilidad criminal» ignorar el cambio climático.





El cambio climático ha pasado de ser una amenaza a convertirse en una realidad, por lo que no hacer nada para frenarlo supone una «irresponsabilidad criminal».

Esta afirmación del secretario general de la Convención Macro de la ONU sobre este proceso climatológico, Yvo de Boer, fue el principal toque de atención de la jornada de apertura de la vigesimoséptima reunión del Grupo Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC), que se celebró ayer en Valencia.

Hasta el próximo sábado, cerca de 450 científicos de 130 países aprobarán los ejes sobre los que versarán las principales líneas de actuación referentes al cambio climático. Las conclusiones que se adoptarán en la cita cerrarán el cuarto informe de evaluación del IPCC desde su fundación en 1988 por la Organización Meteorológica Mundial (OMM) y el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente.

Rajendra Pachauri, presidente del organismo y Premio Nobel de la Paz de 2007 junto a Al Gore por su lucha contra el cambio climático, animó ayer a «trabajar» en la cumbre para poder conseguir los mimbres del cuarto informe. Los informes de evaluación del IPCC han sido recibidos con mucho interés por la comunidad internacional.

No en vano, uno de ellos fue el germen del Protocolo de Kioto. Y se espera que éste último pueda servir de base a las negociaciones sobre la etapa post-Kioto, que deben comenzar en la próxima Cumbre del Clima, que se celebrará en Bali en diciembre.

Labor de síntesis

La labor de la reunión del organismo internacional, que ocupará el Museo de las Ciencias durante toda la semana, estará enfocada a aglutinar las líneas maestras de las tres reuniones «sectoriales» previas celebradas este año por el IPCC en París, Bruselas y Bangkok. Así, en Valencia se analizarán las bases científicas del cambio climático, los impactos del proceso y su adaptación a él y las medidas para mitigarlo.

De estas citas anteriores, el secretario general adjunto de la OMM, Yan Hong, avanzó algunos resultados al asegurar que se han registrado «cambios» en los patrones de vientos, hielos y precipitaciones y que las variaciones «extremas» en el clima serán más frecuentes a lo largo del siglo XXI.

Por otra parte, Pachauri remarcó la relevancia de la organización que preside, la cual combina la ciencia con la «toma de decisiones políticas». Pese a que el presidente del IPCC consideró «difícil» juzgar todavía los resultados de lo investigado por los distintos grupos de trabajo de la organización, ya se conocen algunos puntos genéricos.

El documento de síntesis analizará los cambios observados en el clima y sus efectos, las causas de estas variaciones, los cambios proyectados y sus impactos, así como la adaptación y las opciones de mitigación del proceso a largo plazo.

Entre los pilares sobre los que se sustentará el informe se hallan, entre otros, la aceptación general de que el cambio climático es inequívoco; la estimación de que la temperatura media ascenderá 0,4 grados centígrados en las próximas dos décadas; que el proceso amenazará a sistemas físicos y biológicos; que la incidencia de estos cambios será variable según las regiones -España se encuentra en una de las zonas más sensibles-; y que el desarrollo sostenible puede mitigar el proceso y adaptarse a él, reduciendo su vulnerabilidad.

Expectación mundial

«Los impactos ya están con nosotros», indicó en su alocución el delegado del Programa de la ONU para el Medio Ambiente, Janos Pazstor. El representante de la organización internacional remarcó que «el mundo» está esperando las conclusiones del informe «como nunca».

Así, Pazstor avanzó que impulsarán una labor pedagógica con las naciones para que entiendan los riesgos del cambio climático y reclamó dedicar el 1% del PIB mundial al medio ambiente.

El objetivo del documento que saldrá de esta reunión, y que se presentará formalmente en Bali, es el de ofrecer una imagen coherente sobre el problema para que, según dijo Yvo de Boer, los líderes mundiales «negocien» las soluciones.

El representante de la ONU incidió en que, «en mayor o menor grado», todos los países van a sufrir las consecuencias del cambio climático.

En este sentido, Yan Hong destacó que las naciones pobres, por su limitada capacidad de adaptación y su dependencia de los recursos naturales, serán las peor paradas. Y apuntó a la futura escasez de agua, alimentos y energía como la mayor amenaza para la paz y la espita para migraciones masivas.

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