sábado, 21 de junio de 2008

Meirama emitió en el 2007 casi un tercio del CO2 de la industria gallega.

La central térmica, ahora inactiva, lanzó a la atmósfera cinco millones de toneladas de dióxido de carbono.

La central térmica de Meirama, en Cerceda, lanzó al aire, durante todo el 2007, 5.132.091 toneladas de dióxido de carbono (CO2), según los datos de la Consellería de Medio Ambiente que, a su vez, se recogen anualmente en el Registro Nacional de Emisiones (Renade), en el que figuran las empresas afectadas por el Tratado de Kioto. Algunos sectores industriales no figuran en él, como tampoco lo hace la industria de la automoción, así que la contaminación real es mucho mayor que la que figura en el índice medioambiental.

Con todo, sí aparecen en él plantas muy contaminantes, como el caso de la de Cerceda, perteneciente a Unión Fenosa. Cada año se le asigna, a las compañías incluidas, una cantidad determinada de derechos de emisión. A Meirama le habían asignado, para el 2007, 2.280.522 toneladas de CO2, pero se pasó más del doble, al superar holgadamente los cinco millones. Estas cifras suponen casi la tercera parte de todas las emisiones de la industria gallega durante el año pasado, que llegaron a los 17.672.106 toneladas (lo asignado era 12.605.952).

Aun así, y una vez más, Meirama no es (fue) la empresa más contaminante de Galicia, sino la segunda, tras la planta térmica de As Pontes, que tenía asignados 6.3 millones y llegó a los 8,9, un incremento notable, pero en todo caso inferior (porcentualmente) a su hermana de Cerceda. De hecho, ambas térmicas son las responsables de que la industria gallega hayan excedido un 40% sus derechos de emisión con respecto al 2007.

Durante la presentación de los datos que afectan a las empresas gallegas (66, de 55 empresas distintas, grandes y menos grandes), en un acto celebrado hace unas semanas, el director xeral de Desenvolvemento Sostible, Emilio Fernández, informó de que el fuerte aumento de las térmicas, en particular de Meirama, se debió a diversos factores: una reducción de derechos de emisión con respecto al 2006, la explotación «masiva» de la mina de lignito de Meirama, ya finiquitada, e incluso a que la sequía limitó la producción hidroeléctrica, lo que obligó a generar energía, también para exportar, en mayor cantidad de lo previsto.

Como en los demás ejercicios, los excesos de emisiones hay que pagarlo, comprando derechos en el mercado internacional para evitar las sanciones. La tonelada de dióxido se mueve últimamente entre los 20 y los 23 euros.

En cuanto al resto de empresas gallegas que afectan a la Costa da Morte (en realidad, la contaminación que emitía hasta ahora Meirama se extiende por buena parte de la provincia, sin entender mucho de límites municipales) las cifras están a años luz. Pero también tienen sus asignaciones y el deber de cumplirlas. En general, las han ido cumpliendo, con reducciones en algunos casos y ciertos incrementos sobre lo fijado, en otros.

Así, Campo Brick, por ejemplo, situada en A Laracha, tenía determinadas 18.998 y acabó el año con 18.777, y su vecina Cerámica Campo tenía 3.012 y se quedó en 2.984. Al contrario, Unemsa, en Erbecedo, tenía 73.860 y acabó con 75.041 toneladas

No hay comentarios: