lunes, 31 de marzo de 2008

Inicia la OMS campaña por efectos del cambio climático.


Día Mundial de la Salud, el 7 de abril; advierte secuelas drásticas por el fenómeno.

Niños, ancianos y pobres, entre los grupos sociales más vulnerables al calentamiento mundial.Enfermedades mortíferas como la malaria, sensibles a las modificaciones ambientales.

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), con el avance del cambio climático, la salud será uno de los aspectos más afectados, por lo que advierte que si las tendencias actuales del calentamiento prosiguen sin control la humanidad hará frente a un mayor número de daños, enfermedades y defunciones relacionados con desastres naturales y olas de calor, así como a un aumento de enfermedades transmitidas por alimentos, agua y contaminación del aire; agrega, asimismo, que habrá más defunciones prematuras.

Este año, el Día Mundial de la Salud –que se conmemorará el 7 de abril– está dedicado al tema proteger la salud frente al cambio climático.

Al respecto, la OMS alerta que en muchas partes del planeta numerosas poblaciones se verán desplazadas por el aumento del nivel del mar y afectadas por sequías y hambrunas, e indica que en la medida que sigan fundiéndose los glaciares cambiará el ciclo hidrológico y la productividad de las tierras cultivables.

El organismo internacional remarca que esta es “una oportunidad para llamar la atención del mundo hacia un tema de la mayor importancia para la salud” y destaca que dado que muchas de las enfermedades más mortíferas son sensibles a las condiciones climáticas, el hecho de que los patrones climáticos cambien será fundamental para que estos males también varíen su incidencia y zonas de propagación, como en el caso de la malaria, el cólera y el dengue, entre otros.

Datos de la OMS refieren que las modificaciones en el clima ocurridas durante las últimas décadas podrían haber ocasionado por lo menos unos 150 mil decesos y provocado anualmente cerca de cinco millones de enfermedades, entre ellas diarrea y malaria.

Las previsiones apuntan a que con el alza de la temperatura planetaria, en 2080, entre 20 y 70 millones más de personas habitarán zonas donde la malaria se vuelva endémica.

Subraya también que los peligros del cambio climático suponen para la salud son de naturaleza diversa, y van desde el aumento del riesgo de fenómenos meteorológicos extremos hasta modificaciones de la dinámica de las enfermedades infectocontagiosas.

Agrega que las repercusiones de las modificaciones señaladas afectarán de “forma desproporcionada a las poblaciones vulnerables, como los niños pequeños, los ancianos, los enfermos, los pobres y las poblaciones aisladas”.

Especifica, asimismo, que la vulnerabilidad también es mayor en “zonas con enfermedades endémicas sensibles al clima, grave escasez de agua y escasa producción de alimentos; pequeños estados insulares en desarrollo y regiones montañosas, y megalópolis y zonas costeras de países en desarrollo”.

La OMS sostiene que las repercusiones sanitarias del cambio climático serán “difícilmente reversibles en años o decenios”; sin embargo, advierte que muchas de ellas son controlables mediante la prevención sanitaria.

Por otro lado, afirma que los efectos del calentamiento del planeta serán distintos en diversas áreas geográficas.

Así, los países en desarrollo serán los más afectados, pues los altos niveles de pobreza y malnutrición encontrarán las peores condiciones para hacer frente al cambio climático.

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