El sondeo revela que la gente cambiaría sus hábitos para reducir las emisiones de CO2
Decenas de miles de personas en el mundo están dispuestas a hacer sacrificios personales como pagar facturas más caras si el objetivo es ayudar a mitigar el cambio climático, según revela una encuesta internacional hecha pública hoy.
Según la encuesta, el 83% de los participantes creen que es necesario cambiar los hábitos y el estilo de vida para reducir las emisiones de dióxido de carbono (CO2), el gas de efecto invernadero con mayor concentración en la atmósfera. Los gases de efecto invernadero son responsables del calentamiento global.
El sondeo ha sido realizado por dos organizaciones contratadas por BBC World Service y contó con 22.000 participantes en 21 países.
En 14 de los 21 países, que abarcaron desde Canadá hasta Australia, el 61% de los encuestados afirmó que es necesario aumentar el precio de la energía para fomentar el ahorro y reducir las emisiones de CO2.
"La gente en todo el mundo reconoce que el cambio climático requiere unos cambios en los hábitos", dijo Steven Kull, director del Programa sobre Actitudes de Política Internacional, que realizó la encuesta junto con GlobeScan.
"Y para lograr esos cambios es necesario que aumente el precio de la energía que contribuye al cambio climático", añadió. Kull se refirió a la energía que requiere combustibles fósiles, cuya quema emite CO2, como el petróleo, la electricidad, el carbón o el gas natural.
Los científicos dicen que las emisiones de carbono derivadas de los combustibles fósiles para generar electricidad y alimentar el transporte provocarán un ascenso de la temperatura media global de entre 1,8ºC y 4ºC a lo largo de este siglo, lo cual resultará en un mayor número de inundaciones, hambrunas y tormentas violentas. Millones de personas podrían sufrir las consecuencias.
Impuestos sobre el clima
Otra de las preguntas más relevantes de la encuesta giraba en torno a la disposición de los participantes a pagar impuestos. Las respuestas indicaron que la mayoría cree positivo gravar una tasa sobre el clima siempre y cuando las recaudaciones sirvan para aumentar la eficiencia energética o desarrollar fuentes de energía limpia, como las energías renovables.
También se dio una mayor aceptación de las "ecotasas" si éstas se compensan mediante una reducción de otros impuestos, de forma que el bolsillo de cada contribuyente permaneciera inalterado.
"Pocos ciudadanos quieren que aumenten los impuestos, pero esta encuesta sugiere que los jefes de Gobierno podrían lograr introducir un impuesto de carbono sobre la energía", declaró el director de GlobeScan, Doug Miller.
La tendencia vale también para China, que construye una central de carbón cada semana para alimentar su economía creciente, y para EEUU, el principal país emisor de gases de efecto invernadero.
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