martes, 6 de noviembre de 2007

El 96% de los votantes dice 'no' a la central térmica



La Consulta Informativa Vecinal se cerró anoche con la participación de 12.291 mirandeses; el 36,6% del censo Campo enarbola «la bandera del 'no'» y hace suya la «voluntad de que no se instale la central de Montefibre»

CASI TRES MIL VOTOS MÁS. Los mirandeses acudieron ayer a la Casa de Cultura donde el 'no', como sucediera el domingo, fue también aplastante. / AVELINO GÓMEZ
«Mi posición es absolutamente clara, la bandera del 'no'». Fernando Campo cerró con esta frase contundente la comparecencia más esperada. Pasadas las diez de la noche, y rodeado de un gran número de sus concejales, el alcalde anunció en el salón de plenos que el 96,54% de los 12.291 mirandeses que se han implicado en la Consulta Informativa Vecinal rechaza la instalación en terrenos de Montefibre o en su entorno de una central de ciclo combinado.

Un 'no' aplastante como desenlace de un alto nivel de participación que no sólo ha sorprendido a los impulsores de la iniciativa; ha sido lo suficientemente holgado como para despejar cualquier duda ya desde la primera jornada. Y es que el 20% mínimo que se exigía para considerar la opinión ciudadana, rebasado el domingo en casi ocho puntos, se disparó ayer hasta el 36,6% de un censo total de 33.567 personas.

Campo, tras subrayar que en las últimas semanas sus esfuerzos se han dirigido más «a animar a la participación» que a hacer campaña a favor del 'sí' (situación ésta última que apenas se ha producido), no tardó en recordar que la celebración de una consulta de estas características, totalmente inédita, la comprometió él mismo el pasado 14 de mayo. «Es una propuesta nuestra -subrayó- porque queríamos que, ante un tema con tanta sensibilidad social, nos diesen su opinión una vez tuvieran información».

Dicho esto, el responsable municipal, como parte de un discurso más oportuno para ese desenlace, habló de una consulta «pionera en el Estado por la voluntad política de mi partido y del alcalde» y anunció que ya ha dado indicaciones a la Secretaría General para que redacte la alegación que se presentará, dentro de un primer periodo de información pública que concluye mañana. «En esa alegación manifestamos nuestra voluntad, la de este alcalde, la de la Corporación y la de los ciudadanos, de que no se instale una central de ciclo combinado en Montefibre».

En futuros procesos

Esa misma actitud, puntualizó, se mantendrá en futuros procesos de información pública en otros ámbitos. «Cuando se llegue al Ministerio de Medio Ambiente, si llega -puntualizó-, y al Ministerio de Industria, la posición seguirá siendo la misma».

La opinión ciudadana, en suma, se ha hecho incontestable. De hecho, la instalación ayer de cuatro mesas en la Casa de Cultura se reveló insuficiente. Como sucediera la jornada anterior en alguno de los colegios de la ciudad, la afluencia de los mirandeses se tradujo en goteo constante durante la mañana y el mediodía para convertirse en auténtica «avalancha» por la tarde. Las colas fueron visibles, incluso, desde el exterior, a partir de 19.00 horas.

Entonces el ritmo era casi frenético. Integrantes de la Plataforma Térmicas No, y los propios concejales de IU, informaban a las personas que accedían a la mesa donde aguardaban las papeletas. A las 21.00 horas se cerraron las urnas (una joven pareja fue la última en depositar el voto y con aplauso, por cierto). Aún hubo que esperar más de un hora para escrutar 2.921 votos.

El 'no' masivo de los mirandeses abre una situación de incertidumbre sobre el proyecto que impulsan Iberdrola y Montefibre. La postura que asume ya el Ayuntamiento se convierte en un hándicap para sus promotores, Iberdrola y Montefibre. La próxima semana el alcalde Fernando Campo mantendrá una reunión con representantes de la empresa en la que expondrá el sentir de Miranda. «Tendré una reunión con ellos y les explicaré el marco social en el que se ha planteado el tema y cual es mi posición. Y mi posición es absolutamente clara, la bandera del 'no'», reiteró.

Este ambiente, en sí mismo, puede ser lo suficientemente disuasorio desde una óptica puramente empresarial para que la eléctrica renuncie por iniciativa propia a continuar con la tramitación del expediente ante instancias superiores.

Si no se diera esta situación, lo evidente ya es que la respuesta ciudadana ha reforzado la posición de IU en el equipo de Gobierno. Esta formación puede proponer que se lleve mucho más allá de lo planteado en un primer momento el efecto de la negativa (oficial) a la planta térmica. No hay que olvidar que éste es el único asunto que ha llegado a abrir una crisis entre los dos socios. Y a los cuatro meses de firmarse el pacto de gobernabilidad.

Antes del 'referéndum' Casto García, ante hipotéticos desenlaces que pudieran derivarse del mismo, analizaba un mapa como el que se ha producido. Hablaba de la «mayor fuerza moral» de IU por el respaldo a la tesis del 'no'. Y ante esa posibilidad defendía su intención de «exigir» el cumplimiento de lo acordado en cuanto a la postura que ha de adoptar el Consistorio ante otras administraciones, la presentación de alegaciones e «incluso ir más allá». En este «ir más allá» no sería descartable la posibilidad de abrir una vía sustentada, por ejemplo, en la limitación del Reglamento de Actividades Molestas Insalubres y Peligrosas, de 1961.

Los 2 kilómetros

El también conocido como Raminp fija para las industrias de este tipo (consideradas como 'nocivas') los 2 kilómetros de distancia mínima de núcleos urbanos. Curiosamente este planteamiento -conocido por IU- lo llevó el PP a una rueda de prensa para justificar el 'no' que, tan sólo días antes de la consulta, formalizaba su nuevo posicionamiento -hay que recordar que apoyó en un primer momento la instalación-.

Campo ha sostenido que, al final, es la Junta la que debe tomar la decisión, la que ha de valorar si procede conceder la Autorización Ambiental Integrada y, por tanto, la que tiene que considerar si es legal que esa industria pueda llegar a estar más cerca de lo permitido en esa directiva.

Valladolid cuestionará sobre este hecho concreto al Ayuntamiento «aunque ya sabe todo porque dispone del informe», reflejaba recientemente el alcalde. Y es en este punto en el que cobra especial significado la negativa expresada por los mirandeses en la Consulta Informativa Vecinal. Lo manifestado ayer por el alcalde ante el abrumador 'no' deja abierta la opción de una actitud mucho más incisiva por su parte en contra de la nueva industria.

Lo evidente -y precedentes existen- es que la administración autonómica podría poner freno al proyecto si toma en consideración lo planteado por el Reglamento. Así sucedió, como ha reflejado ya este periódico, con la Junta de Extremadura y una industria similar.

Porque -y también hay jurisprudencia de ello-, que el Ayuntamiento negara la licencia (con todos los informes previos favorables) le podría salir muy caro. Un ejemplo: el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía ha condenado al Consistorio de Huelva al pago de 7,1 millones de euros a Endesa, a la que se le rechazó el 3 de octubre de 2003 la solicitud de una licencia de obras para una empresa térmica.

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