Sigmar Gabriel, ministro alemán del Medio Ambiente.
El Gobierno alemán presenta el proyecto "más ambicioso del mundo" para proteger el medio ambiente.
El gabinete de la canciller Angela Merkel ha aprobado una nueva "estrategia nacional de biodiversidad" que contiene una lista de 330 objetivos y 430 medidas concretas para mejorar la protección de las especies. Según el ministro de Medio Ambiente, Sigmar Gabriel, en Alemania el 36% de todas las especies está amenazada.
En un gabinete en el que la democristiana Merkel ha sacado buen provecho de su perfil de luchadora contra el cambio climático, el socialdemócrata Gabriel,( De 1999 a 2003, Sigmar Gabriel fue ministro presidente de Baja Sajonia. Después de perder las elecciones regionales en 2003, fue jefe del grupo parlamentario del SPD en el parlamento de Baja Sajonia. El profesor de alemán, política y sociología adquirió experiencia en materia de protección del medio ambiente como miembro de la Comisión de Medio Ambiente del parlamento regional.)miembro de un partido con mucho menos favor popular, lo ha intentado a su vez con la nueva estrategia. La definió como "la más ambiciosa del mundo".
No es una convención para la protección de las especies, sino un paquete de medidas concretas que necesita toda sociedad industrial por el enorme provecho que saca de esos recursos, argumentó.
Esta estrategia es el segundo gran proyecto del ministerio de Gabriel. El primero fue el catálogo de 30 medidas para reducir las emisiones contaminantes que presentó la semana pasada.
Pantanos naturales
Las especies amenazadas se clasifican según el grado de peligro de extinción. La estrategia prevé que de aquí a 2020 todas ellas hayan bajado un escalón en esa lista y estén mejor protegidas en conjunto. También pretende "rehabilitar" para entonces un 10% de los pantanos naturales, que albergan numerosas especies locales.
Las asociaciones ecologistas están contentas con la estrategia del Gobierno, pero no la economía forestal del país, que ha criticado el objetivo de excluir de la privatización un total de 125.000 hectáreas de bosques, con el argumento de que la medida pone en peligro hasta 40.000 puestos de trabajo.
El gabinete explica que la mayoría de especies de la lista roja de amenazadas vive en esos bosques naturales.
Gabriel insiste en relacionar las medidas con un provecho económico futuro. También se esfuerza por ser ilustrativo. Habla de cómo las sequoias sirven de cortafuegos natural y asegura que el tiburón de las Galápagos sirve para fabricar las alas de los aviones de una determinada manera. "La biodiversidad es un indicador de la calidad de vida humana", dice.
La flor de loto, por ejemplo, fomenta la capacidad de suelos y aguas de eliminar elementos tóxicos, de modo que es más fácil y más barato conseguir agua potable.
Lo mismo sucede con un suelo fértil, que necesita menos abono, o con los espacios verdes en las ciudades, que cuanto mayores son más cantidad de emisiones tóxicas expulsan del área urbana.
La estrategia de biodiversidad será la punta de lanza de Alemania cuando Bonn acoja, en mayo del año que viene, la IX conferencia de los países signatarios del Tratado de Biodiversidad de la ONU, firmado en 1993.
El lucrativo negocio de la biodiversidad
La conservación de la biodiversidad no sólo tiene una dimensión ecológica, sino también económica. El valor anual de mercado de los productos derivados de estas fuentes se sitúa entre 500.000 y 800.000 millones de dólares (unos 345.000 y 545.000 millones de euros, respectivamente), según el gobierno alemán.
Los ecosistemas del mundo arrojan un provecho económico anual de entre 16 y 64 millones de dólares. Los beneficios de la venta de medicamentos basados en sustancias naturales rondan los 20.000 millones.
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