lunes, 10 de noviembre de 2008

CDR ensucia Rivas Ecópolis.


Es una pena que, bajo el esmalte de la supuesta defensa del interés general y de la honestidad inquebrantable, emerjan tan a menudo el simple interés por el desprestigio gratuito, la falta de rigor o la demagogia.

Es una pena, sobre todo, cuando estas prácticas crispantes, que perpetúan los injustos tópicos sobre la política como un nido de intereses oscuros, tratan de desvirtuar proyectos punteros, valiosos y necesarios.

Así ha pasado recientemente con un artículo firmado por la Secretaría de Medio Ambiente del grupo localista de derechas Ciudadanos de Rivas y publicado recientemente en su bitácora en Internet.

Desde Izquierda Unida, no vamos a permitirle a ningún otro grupo político que nos dé lecciones sobre política medioambiental. Algunas reflexiones interesantes que plantea CDR en su artículo, como la de que sería interesante atraer inversiones que generasen yacimientos de empleo en Rivas, son precisamente las que han impulsado algunas de las medidas de Rivas Ecópolis.

La futura Ciudad del Agua y la Energía, que figuraba como propuesta en el programa electoral de Izquierda Unida para nuestra ciudad en 2007, será eso: un nuevo polo de desarrollo económico local basado en el agua, las energías limpias y la ciencia.

Por lo demás, hemos de reconocer que las sugerencias para una mejor política medioambiental venidas desde CDR las tomamos con pinzas y cierta desconfianza: es fácil recordar cómo, en su propio programa electoral para aquellas elecciones, el grupo recién escindido del PP proponía impulsar desde Rivas una mancomunidad con otros municipios para crear un vertedero.

De esta idea se deducen dos opciones: o que la candidatura del señor Querencias era tan ingenua como para pensar que cualquier Ayuntamiento cercano fuese a instalar un vertedero en su término municipal, o que directamente pretendía traérnoslo al nuestro. Algo que, a pesar de salir en algún debate entre cabezas de lista, el señor Querencias nunca tuvo a bien aclarar.

Con estos avales ecologistas, parece que a CDR sólo le queda recurrir al desprestigio del mismo ensuciando su nombre y cuestionando incluso su legalidad.

¿Cómo? Hablando del “tufillo” que le sugiere la selección de empresas de instalación de energía solar o incluso, literalmente, del ‘presunto’ trato de favor en la concesión de la coordinación y ejecución técnicas de Rivas Ecópolis.

Sobre lo primero, bien debería saber la Secretaría de Medio Ambiente de CDR, porque es una información y explicación que nunca se le ha negado a su concejal, que desde la Agencia Local de la Energía no se cierra la puerta a colaborar con ninguna empresa en el marco de Rivas Solar y que, el hecho de que éste haya echado a andar ya no excluye la incorporación futura de empresas, sobre todo si éstas están radicadas en el municipio, y de hecho ya se está trabajando en esa línea.

Sobre lo segundo, bien sabe también el señor Querencias que el proceso de concesión y contratación del proyecto se hizo con perfecto arreglo a la limpieza y la legalidad requeridas, como no podía ser de otra manera.

Nos alegramos de su habilidad en el manejo del Google pero, además de calumniar, no estaría de más que si considera que hay alguna ilegalidad, la denuncie en lugar de torpedear el proyecto.

Rivas Ecópolis es un gran proyecto estratégico que marca de manera transversal, integral y coordinada una serie de programas, iniciativas, servicios y medidas que desarrolla el Ayuntamiento desde cada una de sus áreas y concejalías, para hacer del compromiso contra el cambio climático un camino de pasos efectivos y concretos en la vida local.

Todas sus medidas suponen, además, el cumplimiento de compromisos programáticos en materia de sostenibilidad que adquirió Izquierda Unida con los vecinos y vecinas de Rivas: desde la extensión de la implantación de la energía solar (la Agencia Local de la Energía ya ha tramitado, en apenas tres meses de ‘Rivas Solar’, 70 solicitudes), hasta la generación de esa Ciudad del Agua y la Energía.

En la actualidad, la Agencia está trabajando con las diferentes concejalías para la optimización energética de los edificios municipales y el alumbrado público (que conllevará de ahorro ecológico y económico para las arcas municipales), la adopción de un código de Compra Pública Sostenible, el fomento de la educación y la concienciación ambiental, etc.

El proyecto no esconde polvo alguno bajo su alfombra, ni tiene trampa ni cartón.
Afortunadamente, eso lo han percibido instituciones tan prestigiosas como el Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y profesionales de reconocida trayectoria en el Observatorio de la Sostenibilidad, la Agencia Europea de Medio Ambiente o la Agencia de Ecología Urbana de Barcelona. Asimismo, está a punto de firmar convenios de colaboración con la UPM, la Cámara de Comercio de Madrid y numerosas empresas.

Y lo más importante: además de todas estas entidades, lo han percibido, y lo respaldan, las vecinas y vecinos, cada vez más concienciados, cada vez más movilizados, en la aventura común de pensar globalmente el cambio climático y actuar localmente para frenarlo.


Artículo del Área de Medio Ambiente de IU Rivas


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