jueves, 5 de junio de 2008

As Pontes y Meirama contaminan tanto como 660.000 familias.


Los ecologistas piden más compromiso en la reducción de emisiones y en el reciclaje. La Ley de Residuos es el arma que está ultimando la Xunta.

El sueño del desarrollo sostenible marcará el Día del Medioambiente que se celebra hoy, con el deseo de lograr frenar las emisiones de gases contaminantes y de lograr concienciar a la ciudadanía del peligro de no respetar a la naturaleza.

Los ecologistas tomarán hoy las calles para lanzar su mensaje, que choca con una sociedad consumista que apenas presta atención al reciclaje y unos gobiernos que priman el desarrollo económico por encima del impacto ambiental.

El consumo impulsivo y constante que determina el capitalismo "empuja la sociedad hacia un desarrollo insostenible", considera el coordinador organizativo de la Asociación para a Defensa Ecolóxica de Galicia (Adega), Martiño Fiz López.

Los grandes desafíos medioambientales son la reducción de los residuos urbanos y el freno a la emisión de gases de efecto invernadero, especialmente dióxido de carbono (CO2). Pero cada año Galicia, como el resto del mundo, se aleja de los objetivos marcados, al menos en el segundo apartado.

Las centrales térmicas son las principales causantes de la contaminación en Galicia. Verdegaia denuncia que As Pontes y Meirama emitieron en 2007 tanto dióxido de carbono como 660.156 familias españolas con hábitos energéticos insostenibles.

También el transporte

Pese a que las emisiones del sector del transporte se duplicaron entre 1990 y 2006, la producción eléctrica en las centrales térmicas de carbón gallegas sigue siendo "con diferencia" la principal fuente de contaminación en Galicia, según la organización ecologista.

Las térmicas suponen "nada menos" que el 37% de las emisiones totales en 2006 frente al 20% del sector del transporte. "Las centrales térmicas emitieron en 2006 1,9 veces más dióxido de carbono que todos los coches, autobuses y camiones que circularon por las carreteras gallegas en ese año", sostiene en un comunicado.

Además, critican que la Xunta no haya endurecido el impuesto sobre contaminación atmosférica y no prevea reducir las emisiones de las térmicas en el Plan Energético 2007-2012.

Las quejas ante la laxa política de la Xunta se mitigan ante la política de gestión de residuos, que Amigos da Terra aplaude. La Consellería de Medio Ambiente ha elaborado un "plan convenientemente pactado y ajustado a las necesidades ambientales gallegas en este sector", aunque esperan que la Ley de Residuos lo sea igualmente".

Urbanizaciones y cemento

El cemento se ha convertido también en un problema para una visión más amplia del medioambiente. La portavoz de Amigos da Terra, Montse Valencia, apunta a Efe que "proliferan urbanizaciones o construcciones en espacios naturales protegidos" en la comunidad.

Explotaciones mineras a cielo abierto ilegales, concentraciones parcelarias, incendios forestales, urbanización difusa y parcelación excesiva del territorio, que, además, provoca la fragmentación de los ecosistemas naturales, son algunos de los problemas que caracterizan la realidad gallega ante la necesidad de cambiar el rumbo hacia una sociedad de desarrollo sostenible.

En opinión de Verdegaia, resulta necesario "revisar de manera profunda" la estrategia gallega de desarrollo sostenible y "debe ser elaborada y aplicada con transparencia y participación social intensa y beneficiarse de un compromiso político fuerte".

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