lunes, 7 de abril de 2008

La OMS se enfrenta al desafío del cambio climático en su 60 aniversario.


La Organización Mundial de la Salud (OMS), que este lunes cumple 60 años, decidió hacer frente al desafío del cambio climático, un fenómeno cuyas consecuencias sobre la salud humana empiezan a notarse.

El 7 de abril de 1948, la constitución de la OMS, adoptada dos años antes por Naciones Unidas, entraba en vigor en una reunión de los 48 Estados fundadores en Ginebra. Para la recién creada organización, se trataba sobre todo de combatir las grandes enfermedades infecciosas que azotaban al planeta al término de la Segunda Guerra Mundial.

Sesenta años más tarde, la OMS, que cuenta ahora con 193 Estados miembros, ha extendido su lucha al tabaquismo o los accidentes de tráfico y se ha topado con enfermedades nuevas como el sida o la gripe aviar.

Sin embargo, lo que inquieta cada vez más a la directora general de la organización, la china Margaret Chan, es el cambio climático, razón por la que lo convirtió en el tema de la jornada mundial de la salud del 7 de abril.

La organización aseguró en 2005 que el cambio climático contribuye a matar a 150.000 personas cada año y a enfermar a cinco millones.

El alza de la temperatura mata a la gente mediante olas de calor o provocando cada vez más catástrofes naturales, como inundaciones, tifones, ciclones y sequías.

Estos fenómenos empeoran la calidad del agua, contribuyendo a propagar males como la diarrea. El aumento de las lluvias y de la temperatura tienen además un impacto en el desarrollo de enfermedades tropicales como el dengue o el paludismo.

Según un informe publicado en octubre en la conferencia anual de pediatras estadounidenses, los niños son particularmente vulnerables por culpa de la mayor incidencia del asma y las enfermedades respiratorias.

Todos los países del mundo están expuestos a las consecuencias del cambio climático, según la OMS. Sirva de ejemplo el caso de las infecciones por el virus del Nilo occidental, que aumentan con rapidez en Estados Unidos y Canadá desde 1999 porque el clima más caliente permite multiplicarse a los mosquitos que lo transportan.

Sin embargo, las poblaciones más pobres son las más frágiles: John Juliard Goun, responsable de la OMS en Filipinas, dijo el jueves que el dengue amenazará a millones de personas en ese país en las próximas décadas.

Los aborígenes de Australia serán unos de los que más sufrirán por la subida de las temperaturas, que será especialmente fuerte en las regiones desérticas, según un estudio publicado a principios de año.

Más de 8.000 personas trabajan para la OMS en su sede de Ginebra y en sus 147 oficinas repartidas en el mundo. La organización dispone de un presupuesto de 4.200 millones de dólares para el periodo 2008-2009.

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