Los esfuerzos de Cuba para implementar programas y medidas de adaptación frente al cambio climático fueron destacados durante una sesión especial de la Asamblea General de la ONU dedicada al análisis del tema.
El embajador Rodrigo Malmierca se refirió este miércoles a los eficientes sistemas de prevención de desastres y a las acciones coordinadas a nivel nacional y local adoptadas por su país, pese a que sus emisiones de efecto invernadero son insignificantes.
Cuba también contribuye a la mitigación del cambio climático a través de un conjunto de programas nacionales, que llamamos la Revolución energética, basada en ahorro de energía, eficiencia energética y desarrollo de fuentes renovables de energía, señaló.
Al respecto, el diplomático destacó el reemplazo en su país de nueve millones de bombillos incandescentes y unos tres millones de efectos electrodomésticos que tenían alto consumo energético.
Explicó que gracias a esas medidas decreció la demanda eléctrica pico en unos 360 megawats, lo cual equivale al ahorro de casi 400 millones de dólares y haber dejado de quemar 680 mil toneladas de petróleo al año.
Con esto, precisó, se alcanzó una reducción aproximada de emisiones de 1,2 millones de toneladas de CO2 por año.
El embajador de Cuba dijo que para enfrentar el cambio climático resulta imprescindible que los países desarrollados expresen una clara voluntad y acciones concretas sobre el cumplimiento de sus compromisos bajo el Protocolo de Kyoto.
Consideró oportuno este debate en la Asamblea General después de la Conferencia de Bali, en la cual dijo que su país participó con una mezcla de preocupación, optimismo y confianza.
Cada vez es más evidente lo acertado de una aseveración del presidente Fidel Castro en 1992 que “una importante especie biológica está en riesgo de desaparecer por la rápida y progresiva liquidación de sus condiciones naturales de vida: el hombre”.
Pese a esa preocupación agregó que “mostramos optimismo y confianza porque aún estamos a tiempo de actuar y, en principio, la mayoría de los países ha expresado su voluntad política de contribuir”, agregó el diplomático.
Malmierca calificó de decepcionante y negativo que el país que más contamina, responsable del 25 por ciento de las emisiones del planeta con solo el 4,7 por ciento de la población mundial, haya desconocido el Protocolo de Kyoto.
Al referirse a la posición de Estados Unidos referente al tema, el diplomático criticó que Washington contemple impasible cómo más de 190 naciones se esfuerzan en actualizar ese pacto.
Por último Malmierca dijo que el cambio climático demanda que más allá de cuestiones científicas y tecnológicas... se modifique radicalmente el paradigma de desarrollo económico y social.
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