viernes, 30 de noviembre de 2007

REE dice que las eléctricas hunden las reservas hidráulicas en un mes.


La caída del 64% de las reservas hidráulicas en sólo un mes y la falta de disponibilidad de hasta 25 térmicas en noviembre, que REE califica como algo 'nunca visto', han puesto en riesgo al sistema.

La CNE investiga una situación tras la que se esconde el conflicto entre Industria y las eléctricas por la retirada del pago por capacidad: las empresas dejan las viejas centrales y producen con las más rentables. REE pide potestad para coordinar las paradas.

Entre los días 3 de octubre y 7 de noviembre, las reservas hidráulicas se redujeron en España en un 64%, al pasar de 11.000MW a 4.000 MW, según un informe que el operador del sistema, REE, ha remitido a la Comisión Nacional de la Energía.

Este abuso de las turbinas por parte de las eléctricas y el elevado número de instalaciones térmicas fuera de servicio en noviembre, sobre todo, los días 12, 13, 14, 15 y 19, provocaron una indisponibilidad térmica e hidráulica que se situó “en niveles históricamente nunca vistos”, según el informe de REE.

El día 19 se hallaban paradas hasta 25 centrales, entre nucleares, carbón y gas, que, unidas a siete hidráulicas fuera de servicio sumaban 8.986 MW y 11.400 MW, respectivamente.

Todo ello, indica el informe, “condujo al sistema a situaciones de escasez de las reservas” que obligaron al operador a tomar las medidas drásticas ya conocidas: esencialmente, la reducción de las exportaciones a Francia, Portugal y Marruecos y la interrupción del fluido a los grandes clientes industriales con contratos de interrumpibilidad, por un volumen de 2.400MW.

Los hechos están siendo investigados por la CNE que se apoyará, entre otros, en el informe de REE y en el resultado de la inspección que abrió la semana pasada a 18 instalaciones.

La situación vivida en noviembre demuestra, según el estudio de REE, “la vulnerabilidad del sistema cuando se producen altas tasas de indisponibilidad”, que se agrava también con la “elevada potencia renovable que no se puede gestionar” y la fuerte dependencia de la hidraulicidad en un país con sequías intermitentes.

En este sentido, y en referencia al mantenimiento que las empresas pueden realizar (con paradas programadas o no) en periodos de gran demanda de energía, el informe reivindica más potestad para el operador, al subrayar “las limitaciones normativas que tiene el operador del sistema para poder realizar esta tarea de forma óptima”.

Las compañías pueden realizar el mantenimiento cuando les conviene y éste es más barato en los días y las horas de mayor demanda. Por otro lado, la generación está liberalizada y las empresas pueden hacer un uso discrecional del agua, aunque está acotada.

De los 16.657 MW de potencia hidráulica instalada, más de la mitad corresponden a Iberdrola y entre ésta y Endesa, suman el 85%.

El estudio no entra en las razones del hundimiento de las reservas hidráulicas (que no se justifica por la sequía a la vista de la evolución de dichas reservas en años más secos), ni el porqué de tan alta tasa de indisponibilidad térmica.

Con todo, al margen de los casos “fortuitos”, fuentes próximas al operador lo achacan al pulso que mantienen Industria y el sector por el cambio en el incentivo por garantía de potencia que, además de reducirlo (de 1.200 millones a 300 millones), el ministerio ha dejado de pagar temporalmente en la parte que corresponde a la disponibilidad.

En definitiva, si las centrales poco eficientes, como las de fuel, que se mantienen activas para garantizar las puntas de demanda, no reciben estas ayudas, a las empresas no les resulta rentable tenerlas en funcionamiento.

En este sentido, un alto cargo de una compañía eléctrica justifica así el hecho de que se haya turbinado tanto: “Las empresas tienen que generar con las tecnologías que les sean más rentables”.

En general, en el sector no desmienten el pulso que mantienen contra la decisión de Industria de eliminar, desde el pasado 2 de octubre, y en tanto REE establece un procedimiento de pago, el incentivo por el pago de capacidad por disponibilidad. Otra parte del pago, el de la inversión, que reciben las nuevas centrales, sí se está pagando.

Reservas esquilmadas

Las reservas hidráulicas se miden como la potencia máxima que puede funcionar durante cuatro horas consecutivas y, aunque suele coincidir con los niveles de reserva de agua embalsada, no siempre se produce dicha coincidencia.

En su informe, el operador del sistema subraya gráficamente la situación excepcional de noviembre, cuando habitualmente las reservas registran sus mayores niveles en otoño y primavera.

Tampoco la sequía explica lo ocurrido pues, en años más secos, no se llegó nunca a producir semejante hundimiento, tal como muestran el informe en sus gráficos.

Dado que la producción con agua, que no tiene costes variables, se cobra al precio marginal que marca la tecnología más cara casada en el pool, hay quien interpreta que las empresas han querido hacer caja, algo que suelen hacer a finales de año.

Sin embargo, y dado que la energía subirá a partir del 1 de enero, ya que los precios del CO2 se dispararán hasta 25 euros la tonelada, fuentes del sector no entienden por qué no han esperado “a tirar de la hidráulica para entonces”.

En cuanto a la indisposición de las centrales térmicas, el informe ofrece otro indicador relevante: lo ocurrido entre los días 12 y 14 “se encuentran en el percentil 1% de los últimos cuatro años”.

En otras palabras, la probabilidad de que ocurriera lo que ocurrió era de tan sólo un 1%. A la espera del resultado de la investigación de la CNE, la compañía que preside Luis Atienza no encuentra “razones ambientales o coyunturales” que justifique tantas bajas en el parque de generación en noviembre.

Lo cierto es que el día más crítico, el 19, con una demanda de 42.000MW y una energía casada de 40.323 MW, la indisponibilidad alcanzó un valor de unos 20.400MW. Pese al recorte de las exportaciones, las reservas previstas por REE para la jornada eran de tan sólo 600 MW, “lo que ni siquiera hubiese permitido cubrir el fallo simple del mayor grupo”, subraya. La solución: cortar 2.400 MW de energía a la gran industria con contratos de interrumpibilidad.

Multitud de térmicas paradas y sin programar

En su análisis sobre las reservas de generación en noviembre, REE subraya también “la alta tasa de indisponibilidad no programada”, la que no se advierte con tiempo al operador, de las centrales térmicas. Hasta 25 plantas nucleares, de carbón y ciclos combinados estuvieron a la vez fuera de servicio.

Por empresas, el informe del operador denuncia la alta indisponibilidad del parque de Endesa, “que en algunos días superó el 30%” y se situó por encima del 25% durante 10 días. También la de Iberdrola que, a partir del día 13, “se acerca a los valores de Endesa”, con el agravante de que “un gran porcentaje de las paradas no eran programadas”, indica el informe.

Éste destaca la situación de Viesgo, con una tasa del 64% de indisponibilidad desde el día 5, aunque, dado el tamaño de la empresa cántabra, “es menos extraña esta desproporción”, según fuentes cercanas a REE.

La cifra
32 es el número de centrales (25 térmicas y 7 hidráulicas) que han llegado a estar indisponibles, algunas con programación previa, en noviembre.

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