Fracaso del apagón contra el cambio climático.
Los monumentos se han quedado a oscuras, los edificios públicos han apagado la luz, pero no ha sido lo mismo que la primera vez. En febrero, cuando el apagón se hizo de forma global, miles de españoles se sumaron a la convocatoria para mostrar su preocupación por el cambio climático.
En aquella ocasión, la demanda de electricidad cayó en España unos 1.000 megawatios, cifra que representa un 2,5% menos de la demanda prevista a esa hora por Red Eléctrica de España (REE).
Esta tarde en cambio, REE no ha sido capaz de detectar cambio alguno en la curva de demanda eléctrica (ver gráfica), según ha declarado un portavoz de la compañía a RNE segundos después de las 20.05, hora en la que finalizaba el apagón.
El propio presidente de REE, Luis Atienza, explicaba antes del apagón que una caída de 1.000 megavatios la manejarían "con una gran normalidad". No hizo falta.
Apagón institucional
En cualquier caso, monumentos y lugares emblemáticos de toda España, como la Puerta de Alcalá en Madrid, la Giralda de Sevilla, la Mezquita de Córdoba, la Sagrada Familia de Barcelona, la Alhambra en Granada, el Kursaal en San Sebastián, la Ciudad de las Artes y las Ciencias en Valencia, la Expo Zaragoza 2008 o el Congreso de los Diputados se han quedado a oscuras entre las 20:00 y las 20:05 horas, haciendo de este apagón una acción institucional más que ciudadana.
De hecho, a lo largo de la semana numerosas instituciones públicas se habían ido sumando en toda España al apagón convocado por los principales grupos ecologistas del país. Así, la convocatoria ha sido seguida por el Gobierno, a través del Ministerio de Medio Ambiente, partidos políticos como el PSOE, PP e IU, numerosas administraciones públicas, sobre todo ayuntamientos, animados por la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) que apagaron el alumbrado de vías públicas, dependencias municipales y lugares públicos.
Sin embargo, la llamada no llegó a la población, ya que horas antes del inicio del acción reivindicativa muchos ciudadanos no conocían la convocatoria de esta noche.
Aún así, Ecologistas en Acción considera que "muchas personas" se han sumado al apagón, según su portavoz, Ladislao Martínez. El grupo ecologista, no obstante, reconoce que no se ha conseguido "el objetivo de superar el apagón de febrero", aunque sí que cree que el resultado supone "un serio aldabonazo que debe hacer reflexionar sobre las consecuencias del cambio climático".
Por su parte, Greenpeace valora como "un buen gesto" que las instituciones públicas se hayan sumado al apagón. Según José Luis García Ortega, responsable de la campaña de cambio climático del grupo ecologista en Valencia, las instituciones "deben demostrar ahora que su compromiso en la lucha contra el cambio climático es real", para lo cual aconseja "que se lean el informe que aprobará el sábado el IPCC y actúen en consecuencia".
Lazo verde en Valencia
El apagón coincidió además con la reunión en Valencia del Grupo Intergubernamental para el Cambio Climático (IPCC, en sus siglas en inglés) de la ONU, que aprobará el documento de síntesis del Cuarto Informe de Evaluación sobre el cambio climático
Los miembros de la ONU, que aprobará el documento de síntesis del Cuarto Informe de Evaluación sobre el cambio climático. Los miembros de la ONU que participan en la reunión asistieron a la concentración convocada en la plaza de la Virgen de Valencia, donde desplegaron un gran lazo verde y encendieron velas.
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